Plan Personal de Retiro

Explorando el Mañana

Hace algunos años, cuando mi carrera iba viento en popa, me encontré en una encrucijada imaginando el futuro. Las dudas sobre qué sería de mi vida en 10, 15 o 20 años comenzaron a rondarme. Fue en ese momento cuando mi Asesor de Seguros trajo algunas propuestas que cambiaron mi perspectiva. En pleno año 2000, en medio de la crisis, nació la inquietud de tener un respaldo para mis años dorados.

Lo que realmente me cautivó del plan ofrecido fue su enfoque obligado al ahorro, una mirada al futuro con un esquema deducible de impuestos y la seguridad de un seguro de vida. Al prepararme para la vida actual, mi segundo hijo acababa de llegar, y con él, la responsabilidad de asegurar el bienestar de mi familia. Mi Asesor me hizo ver que, aunque las cosas fueran bien en ese momento, era crucial prever cambios y el cansancio inevitable del trabajo.

En términos de retiro, admito no conocer a mucha gente con seguros de este tipo. Sin embargo, antes de que mi carrera despegara, ya consideraba mi retiro. Es todo un juego mental de convencimiento: sí, cuesta ahora, no veo beneficios inmediatos, pero la tranquilidad de saber que mi familia estará cubierta en mi ausencia y que, si llego a cierta edad, también disfrutaré de ese respaldo, hace que valga la pena cada esfuerzo.

Incluso he pensado que quizás contraté un seguro demasiado grande, pero al final del día, es una inversión a largo plazo, no un gasto. Las contribuciones anuales siempre han sido manejables, y espero que todo termine como fue planeado desde el principio.

Tener un seguro de retiro me otorga la seguridad de que, cuando decida retirarme, lo haré con paz financiera. Actualmente retirado, retomo hobbies, proyectos y disfruto del tiempo con mi familia. La vida debe disfrutarse al máximo en todos los aspectos, y tener estabilidad económica es esencial.

Cada decisión, cada ahorro, se traduce en una vida más plena y tranquila.

Retirado, 55 años

Prepárate desde Joven – Vive sin Preocupaciones

Mi vida dio un giro en 1974 cuando me quedé viuda y, al empezar a trabajar en 1975, las presiones eran constantes. Cuatro hijos y yo sola, luchando día a día para sacarlos adelante. Ahora, en mis años de retiro, encuentro tranquilidad gracias a un plan bien estructurado. Me dedico a lo que me gusta: cuidar mis plantas, leer y hacer ejercicio.

Lo que realmente me preocupa es la seguridad de mis hijos. Por eso, quiero que ellos tengan la misma seguridad que yo disfruto ahora. Si piensas en jubilarte, pensionarte o dedicarte a otra cosa, planifica desde joven. La seguridad en el retiro no es un lujo, es una necesidad.

Retirada a los 60 años, vivo la etapa más plena de mi vida.